El 17 de enero de 1939, coincidiendo con un temporal de nieve, viento y niebla, un avión alemán Junker se estrelló contra Pico Cerroso, uno de los picos que rodean Ocejo.
El avión no pudo recuperarse hasta finales del mes siguiente, debido al mal tiempo y a que en un principio se buscaron los restos cerca de los Picos de Europa, a pesar de que los vecinos decían haber oído el estruendo.
Según cuentan las personas que lo vivieron, en aquellos días el lugar se llenó de militares que solicitaron la colaboración de los vecinos de Ocejo para poder encontrar el avión, y fue una búsqueda muy difícil debido a las malas condiciones climatológicas.
En el accidente fallecieron todos los tripulantes, y la noticia apareció tanto en periódicos españoles como extranjeros. Cerca del lugar del accidente se levantó una placa que recuerda lo sucedido, aunque recientemente ha aparecido rota.
El avión no pudo recuperarse hasta finales del mes siguiente, debido al mal tiempo y a que en un principio se buscaron los restos cerca de los Picos de Europa, a pesar de que los vecinos decían haber oído el estruendo.
Según cuentan las personas que lo vivieron, en aquellos días el lugar se llenó de militares que solicitaron la colaboración de los vecinos de Ocejo para poder encontrar el avión, y fue una búsqueda muy difícil debido a las malas condiciones climatológicas.
En el accidente fallecieron todos los tripulantes, y la noticia apareció tanto en periódicos españoles como extranjeros. Cerca del lugar del accidente se levantó una placa que recuerda lo sucedido, aunque recientemente ha aparecido rota.
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